lunes, 25 de julio de 2011

George Orwell. El valor oscilante de su obra

De vez en cuando, como los ojos del Guadiana, reaparecen, en flujo inconstante, opiniones y voces críticas que actualizan la opinión literaria que se tiene de George Orwell (Eric Arthur Blair, en realidad), escritor desaparecido en 1950. Estamos ahora, pues, al final de la onda que el recuerdo de su muerte ha hecho aflorar de nuevo.

Curiosamente, cuando se cumplió el centenario de su nacimiento (2003), que fue ampliamente recogido en los medios, se publicaron opiniones contradictorias sobre el valor de su obra que, en su día, me preocupé de reunir y he podido comprobar que con el paso de los años su valoración, si acaso, se ha ido incrementando.

Estas eran las opiniones que, en el año 2003, inspiraban las obras más conocidas del autor británico:

OPINIONES NEGATIVAS

[…] de todos modos 1984 no es la mejor novela de Orwell […]

(Eduardo Jordá. ByN Cultural 21-6-2003, Pág. 4)

Los días de Birmania es una novela más brillante que el 1984 dichoso y su Gran Hermano difícilmente digerible o que esa Rebelión en la Granja. […] Orwell es archifamoso por esos libros que nadie lee y por haber estado en las Brigadas Internacionales […]

(Miguel Sánchez-Ostiz. ByN Cultural 21-6-2003, Pág. 6)

La celebérrima novela de Orwell, 1984, no aguanta una relectura. Es un libro esquemático, simplón, ingenuo y mal escrito. Resumido en 10 folios mejoraría considerablemente. Resiste mejor Rebelión en la granja, gracias al humor; pero tampoco va muy allá […]

(Antonio Caballero. Babelia. 21-6-2003. Pág 4)

Rebelión en la granja fue otra metáfora afortunada pero sin llegar a la capacidad de simplificación del mito de Gran Hermano […]

(Luis Racionero. El Cultural. 19-6-2003)

[…] Empero si ha de plantearse un "caso Orwell", este vendría de la tácita aceptación de que fue un héroe cultural pero también un novelista mediocre o, llanamente, un mal escritor. Releer Rebelión en la granja ó 1984 prueba, en efecto, que Orwell no fue un gran novelista […]

(Christopher Domínguez Michael. Letras Libres. Julio 2003.Pág. 65)

OPINIONES POSITIVAS

…compré su Homenaje a Cataluña y desde entonces Orwell ha sido uno de mis escritores favoritos […] extraordinario Homenaje a Cataluña […]

Eduardo Jordá. ByN Cultural 21-6-2003, Pág. 5)

[…] Por eso leer Homenaje a Cataluña resulta imprescindible […]

(Manuel Lucena Giraldo. ByN Cultural. 21-6-2003 . Pág. 6)

[…] esta edición de Homenaje a Cataluña puede considerarse […] la edición canónica de uno de los libros canónicos de nuestra guerra civil […]

(Ignacio Martínez de Pisón, Babelia 21-6-2003, pág. 5)

[…] Su mejor libro: Homenaje a Cataluña […]

(Arcadi Espada. Babelia. 21-6-2003. Pág 4)

[…] La novela (Homenaje a Cataluña) contenía frases memorables como "la guerra no se hace contra los enemigos sino contra el propio pueblo" […]

(Luis Racionero. El Cultural. 19-6-20039

Rebelión en la granja […] muestra cómo la manipulación de conciencias y la necesidad de centralizar el poder puede corromper y corromperá toda revolución, permanece como una lección eterna para cualquier época y lugar.

(Antony Beevor. El Cultural. 19-6-2003)

viernes, 22 de julio de 2011

Javier Marías. "Todas las almas"

“Todas las almas” (1989) forma parte, como es sabido, del particular universo literario que lleva creando, desde hace unos cuantos años, Javier Marías. Este libro, pues, se encuentra entre la ficción novelesca, las (negadas) memorias autobiográficas y el articulo periodístico con personajes que nos acompañan en diferentes obras, entrando y saliendo de escena y cuyo imaginario ciclo vital no parece agotado hasta ahora; si bien, es posible, que con el último tomo de “Tu rostro mañana” (donde por cierto el narrador y personaje de “Todas las almas” vuelve a aparecer en esta trilogía), puede producirse algún “mutis” definitivo.

“Todas las almas” carece de una trama novelesca al modo usual. Un narrador-personaje es quien cuenta la historia de sus años pasados en Oxford como profesor de literatura y nos pone al corriente de sus relaciones con diversos sujetos más o menos imaginarios, especialmente sus encuentros con Clare Bayes, su amante con fecha de caducidad, de la que ambos están convencidos.

La circunstancia de carecer de trama y su estilo literario, con frecuentes monólogos internos y las digresiones y saltos en la cronología de la historia que narra, no agradan a todos los lectores, según algunas opiniones que he tenido ocasión de escuchar de boca de varios lectores. Pero creo que más bien se trata de gustos literarios, sin que ello vaya en menoscabo de la calidad de la obra en cuestión.

Evidentemente, la presencia del Narrador y Personaje a la vez, es imprescindible para enlazar acontecimientos y reflexiones que se derivan de ellos, bien en forma de incisos que determinados recuerdos, palabras, o ideas traen a colación o inspirados por citas de terceros.

El relato, como las piezas de un rompecabezas desordenado y revuelto al principio, va completándose, encajando a medida que accedemos a la información que, en pequeñas dosis, nos va suministrando el narrador según avanza la historia. No obstante, lo más señalado de “Todas las almas”, por la extrema coincidencia biográfica entre Javier Marías y el Narrador, es la difusa separación entre realidad y ficción, motivo que ha llevado al autor a escribir un epílogo, después de publicada la novela, que se ha incorporado en ediciones posteriores. “Algunos personajes del libro tienen 'algo' en común con personajes que yo conocí en Oxford, aunque ninguna de esas personas esté
'retratada' en “Todas las almas”, es decir, sea identificable.”

Finalmente, he de manifestar mi opinión de que los personajes femeninos están poco definidos en la historia, casi sin voz, apenas hablan y a veces se distinguen más por una frase que dijeron, por su aspecto físico o por sus gestos (taconeo femenino en la estación, la falda siempre subida de Clare Bayes cuando está con el Narrador sin nombre, etc.).

En fin, creo que es un libro notable como, a mi modesto entender, lo es la obra entera de Javier Marías, guste o no su peculiar estilo. Sus obras se han traducido a treinta y cuatro lenguas y están publicadas en cuarenta y cuatro países.