martes, 4 de junio de 2013

Aristóteles: Tres causas o especies de amistad

A los Diálogos recogidos por Platón en el Lisis, hizo referencia más tarde Aristóteles (384-322 a.C.) en el libro VIII de su Ética Nicomáquea que titula “Sobre la amistad”. (Ver, en este Blog, mi nota “Sócrates (Platón). Sobre la amistad”, de la cuál estas líneas son una continuación).

Aristóteles enfatiza los desacuerdos que existen acerca de la amistad, asimilando a semejantes y amigos –a diferencia de lo que dijera Sócrates–. Luego se acerca más a su criterio respecto a las controversias frecuentes entre vecinos, artesanos del mismo oficio, los celos del pobre para con el pobre, etcétera, evidenciando que ser semejantes no es ninguna garantía para la solidad de las relaciones humanas.. Duda de si existe una o varias clases de amistad, de si “lo semejante aspira a lo semejante” (Empédocles) o si la amistad está más en relación con el carácter de las personas o con su “calidad”, lo que, en este caso, haría difícil que los “malos” tengan amigos.

Aristóteles comienza su tratado afirmando que “la amistad es una virtud” y que los “amigos en el sentido más elevado, son virtuosos” mientras que existe otra categoría de menor calidad que buscaría en la amistad unos beneficios o utilidades que no serían necesariamente honestos y estarían más cerca de la picaresca que de otra cosa y señala que los hombres justos son los más capaces de ofrecer una amistad “valorable” en alto grado.

Tras sus dudas iniciales, apuntadas más arriba, distingue tres causas o especies de amistad:

En primer lugar, sitúa la amistad perfecta que es la que comprende a los hombres buenos e iguales en virtud. Esta es –dice– una amistad “rara” porque existen pocos hombre con el rango de excelentes y porque además esta amistad requiere de tiempo y de un trato prolongado. Estos hombres siempre están a disposición de sus amigos porque lo son de forma estable y no por accidente. Son, por tanto, buenos para ellos y para sus amigos.

En segundo lugar coloca la amistad que tiene por causa principal el placer y la diversión y que suele acabar al extinguirse la conveniencia, o por sustitución, porque en realidad no eran amigos uno de otro sino “por lo que es bueno o complaciente, útil o agradable para ellos y no por el modo de ser del amigo.”

Y por último, Aristóteles expone las características de la mistad que tiene por causa la utilidad o el interés de las partes. Este tipo de amigos no se aprecian por sí mismos, “sino en la medida en que pueden obtener algún bien unos de otros” y como en la mistad por placer o diversión, cuando se da un cambio de actitud, estos vínculos se rompen con facilidad; no suelen mantenerse mucho tiempo pues a veces las personas no son de trato agradable.

En esta división de causas, “los malos serán amigos por causa del placer o de la utilidad, siendo así semejantes”, mientras que la amistad entre los buenos suele darse como “una amistad reciproca que requiere elección, y la elección procede de un modo de ser”.

Igualmente, Aristóteles señala que no es posible ser amigo de muchos, tener sentre sí una perfecta amistad un nutrido grupo de gentes, porque no es posible que muchos se agraden a la vez entre ellos, salvo en la amistad entre los jóvenes, donde prima el placer y la diversión; si no tienen necesidad de nada útil les une el disfrute de la diversión pero soportan mal las molestias (los amigos también deben compartir frustraciones y penas junto con alegrías) y los duelos ajenos no los aguantarían demasiado.