viernes, 4 de febrero de 2011

George Orwell. "Rebelión en la granja"

(Breve comentario a una lectura)

Pasados los fastos del centenario del nacimiento de George Orwell (1903-1950) creo que se pueden traer a colación, desapasionadamente, las impresiones causadas por una de sus obras reconocidas, “Rebelión en la granja” (1945), en la que hace una crítica severa de los regímenes totalitarios.

Este escritor y periodista, participó en la Guerra Civil española, por lo que, en nuestro país, especialmente en Cataluña, ha alcanzado una indiscutible popularidad en los últimos años. Ha escrito numerosas obras de ensayo y ficción entre las que destacan, también, por su buena acogida “Homenaje a Cataluña” (1938) y “1984” (de 1949).

Un día los animales de una granja, deciden rebelarse y sustituir a los seres humanos en la propiedad, estableciendo un auto-gobierno igualitario compuesto por varios de los animales sublevados. Al principio, la granja funciona mejor dirigida comunalmente por los cerdos –convertidos en los líderes de la hacienda–, que cuando estaba en manos del Sr. Jones. Más tarde, la bicefalia inicial de la revolución se ve “limitada” y el cerdo Napoleón se alza como dirigente único y la élite dominante pasa a ser la clase porcina. No obstante, los animales observan con descontento que sus gobernantes están adquiriendo los mismos hábitos que ellos derrocaron y no respetan las leyes que se impusieron. La granja se había convertido en una dictadura.
Consultado el burro Benjamín, que sabía leer, les dice que es que la ley se había modificado y que su único artículo vigente, que declaraba que “todos los animales son iguales”, se había ampliado a “Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros”

Desde mi punto de vista, y haciendo salvedad del simbolismo a que su satírico contenido se refiere (qué animal simboliza tal o cuál celebridad, personaje político o institución), “Rebelión en la granja”, literariamente hablando, es bastante floja, ingenua y de una simplicidad que no se corresponde con la fama de Orwell. Sí, se puede estar de acuerdo con el fondo de la novela, pero mis discrepancias proceden especialmente de la forma, del uso que hace el autor de los recursos literarios y estilísticos.

Es una parábola socio-política bastante simple: presentación inicial común a muchos regímenes políticos que inician su andadura de la mano del pueblo y para el pueblo y finalizan despachándose a su (antidemocrático) gusto una vez asentados en el poder. En su día, seguramente fue una novela atrevida e incluso valiente, pero no va más allá.

¿De dónde procede, pues, su prestigio? En Cataluña estoy convencido de que su notoriedad, indirecta, le viene dada por la simpatía que despierta el idealismo de Orwell, que se incorporó a las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil, participación que le permitió escribir, en caliente y de primera mano, “Homenaje a Cataluña”. En el éxito de este libro ¿puede haber un cierto reconocimiento y simpatía por parte de la homenajeada, Cataluña? Quizás, pero como señaló oportunamente Arcadi Espada, "hasta hace unas semanas no existía una versión en catalán de esta obra" (El País, Babelia, 21-06-2003). Lo cuál echa por tierra mi propio argumento y, además, “Rebelión en la granja” es un texto de menos enjundia.

En fin, una metáfora feliz y oportuna en su tiempo, pero, dejando al margen los idearios políticos, desde criterios exclusivamente literarios como señalo más arriba, prescindible.